COMENTARIO: "Con faldas y a lo loco"
"Some like it hot" (Con faldas y a lo loco)
"Bueno, nadie es perfecto"
Con faldas y a lo loco es una comedia de 1959 dirigida por Billy Wilder, que gira en torno a dos músicos que se disfrazan de mujer con el fin de escapar de la mafia. Se trata de una versión estadounidense de la película francesa Fanfare d'amour (1935)
FICHA TÉCNICA:
Fecha de estreno:19 de marzo de 1959
País de estreno: EEUU
Idioma: inglés
Dirección: Billy Wilder
Guión: Billy Wilder y I.A.L Diamond
Montaje: Arthur P. Schmidt
Producción: Billy Wilder
Productora:
Mirisch Company
Distribución: United Artists
Distribución: United Artists
Presupuesto: $2.9 millones
Recaudación: $40 millones
Recaudación: $40 millones
Género:Comedia
Duración: 121 minutos
Música: Adolf Deutsch
Fotografía: Charles Lang
Reparto:
- Marilyn Monroe
- Tony Curtis
- Jack Lemmon
Billy Wilder fue un cineasta estadounidense de origen austriaco. Nació el 22 de junio de 1906 en la ciudad polaca de Sucha. Creció en Viena, donde pronto se interesó por el jazz y los westerns. Su madre murió en el campo de concentración de Auschwitz.
Cursó estudios de derecho pero abandonó para ser bailarín y más tarde periodista. En 1927 La UFA
le ficha para trabajar corrigiendo guiones, aunque en ésa época ya
tenía algunos propios de género policíaco, musicales y comedias. A la llegada de
los nazis al poder, comprendió que su linaje judío le causaría problemas
y marcha a París, donde debuta en la realización con Curvas peligrosas (1934). Enseguida es reclamado por Joe May, otro exiliado, para que viaje a Estados Unidos.Trabaja como guionista para otros refugiados para la Paramount y colabora con Ernst Lubitsch, al que siempre consideró como su maestro. Se asoció más tarde con Charles Brackett (1938) y escribió los guiones de algunas comedias clásicas, "Ninotchka" y "Bola de fuego". Ante el éxito, se extendió a producir y dirigir películas. En 1942 con Brackett de productor, crearon varios clásicos como Perdición y El crepúsculo de los dioses. A partir de entonces sus películas fueron notablemente más cáusticas y cínicas, como El Gran Carnaval, aunque Wilder también produjo comedias sublimes como Con Faldas y a lo Loco y El Apartamento. Su última película fue Aquí un amigo (1981). Ganó cinco oscars de Hollywood y fue reconocido con un premio Irving Thalberg.
Billy Wilder falleció el 28 de marzo de 2002 en su casa de Beverly Hills por una neumonía. Fue enterrado en en el Cementerio Westwood Village Memorial Park de Los Ángeles, California.
Época de la Ley Seca (1920-1933). Joe y Jerry son dos músicos del montón que se ven obligados a huir después de ser testigos de un ajuste de cuentas entre dos bandas rivales. Como no encuentran trabajo y la mafia los persigue, deciden vestirse de mujeres y tocar en una orquesta femenina. Joe (Curtis) para conquistar a Sugar Kane (Monroe), la cantante del grupo, finge ser un magnate impotente; mientras tanto, Jerry (Lemmon) es cortejado por un millonario que quiere casarse con él.
La famosa matanza de San Valentín ocurrida en Chicago en 1929, ordenada por el famoso gánster Al Capone, sirve de punto de partida para esta comedia musical que disimula un género (la comedia) disfrazándolo de otro (el cine negro), su contexto resulta idóneo para enmarcar en él una trama protagonizada por personajes que están constantemente fingiendo ser otros y que está llena de falsedades, mentiras y situaciones equívocas.
En pocos de sus largometrajes Wilder se entregó al gag visual tanto como en éste: la aguja del ascensor que tiembla y retrocede, debido al bofetón que Jerry/Daphne le propina a Osgood dentro del mismo; los exagerados gestos femeninos de Daphne, a quien nadie en su sano juicio se cree como chica (poco importa, claro); la famosa flor que pasa de boca en boca durante el recordado baile de tango; sin olvidarnos, por supuesto, de la secuencia de la litera a la que se suben catorce personas, claro homenaje a cierta mítica escena de los hermanos Marx.
Respecto a las canciones destinadas al lucimiento de Marilyn Monroe (cuya actuación, por lo demás, es impecable), no son gratuitas, ya que expresan simbólicamente el estado de ánimo del personaje de Sugar: La primera, “I wanna be loved by you”, refleja el enamoramiento de la muchacha poco después de haber conocido a su (falso) príncipe azul en la playa, mientras que la segunda, “I’m through with love”, nos habla de su tristeza tras haber sido abandonada por su amado (además, tras este tema musical se produce la escena en que, conmovido por la canción y la actitud melancólica de la chica, Joe la besa olvidándose que va disfrazado de Josephine).
‘Con faldas y a lo loco’ es una de esas raras películas que la puedes ver una y mil veces, y absolutamente siempre es un placer hacerlo. Con secuencias antológicas, como todo el largo bloque en el tren, la mítica conversación final entre Daphne/Jerry y Osgood, el largo y delirante diálogo entre Joe y Jerry sobre las conveniencias del matrimonio, o las diversas disparatadas persecuciones. Por otra parte, la temática del film supone una ruptura con el cine clásico creado en EEUU hasta el momento. El tratamiento que Wilder hace de temas como el sexo y sobretodo el travestismo, dista mucho del existente en el Hollywood de la época en consecuencia a la censura aplicada por el Código Hays. El que la película esté protagonizada y gire en torno a dos hombres disfrazados de mujer, que estos se hagan pasar por mujeres y que en algún momento dado Jerry no sepa si es un hombre o una mujer era casi inconcebible en la época.
Esta historia de sinvergüenzas, chicas atolondradas en busca de millonarios y músicos que huyen de metralletas forma parte de la legendaria historia del cine americano, y de la memoria cinéfila de todos y, sobre todo, abre descaradamente, una puerta a la tolerancia y a la normalidad homosexual con la ya legendaria escena final, el consabido “nadie es perfecto”.
Billy Wilder falleció el 28 de marzo de 2002 en su casa de Beverly Hills por una neumonía. Fue enterrado en en el Cementerio Westwood Village Memorial Park de Los Ángeles, California.
Época de la Ley Seca (1920-1933). Joe y Jerry son dos músicos del montón que se ven obligados a huir después de ser testigos de un ajuste de cuentas entre dos bandas rivales. Como no encuentran trabajo y la mafia los persigue, deciden vestirse de mujeres y tocar en una orquesta femenina. Joe (Curtis) para conquistar a Sugar Kane (Monroe), la cantante del grupo, finge ser un magnate impotente; mientras tanto, Jerry (Lemmon) es cortejado por un millonario que quiere casarse con él.
La famosa matanza de San Valentín ocurrida en Chicago en 1929, ordenada por el famoso gánster Al Capone, sirve de punto de partida para esta comedia musical que disimula un género (la comedia) disfrazándolo de otro (el cine negro), su contexto resulta idóneo para enmarcar en él una trama protagonizada por personajes que están constantemente fingiendo ser otros y que está llena de falsedades, mentiras y situaciones equívocas.
En pocos de sus largometrajes Wilder se entregó al gag visual tanto como en éste: la aguja del ascensor que tiembla y retrocede, debido al bofetón que Jerry/Daphne le propina a Osgood dentro del mismo; los exagerados gestos femeninos de Daphne, a quien nadie en su sano juicio se cree como chica (poco importa, claro); la famosa flor que pasa de boca en boca durante el recordado baile de tango; sin olvidarnos, por supuesto, de la secuencia de la litera a la que se suben catorce personas, claro homenaje a cierta mítica escena de los hermanos Marx.
Respecto a las canciones destinadas al lucimiento de Marilyn Monroe (cuya actuación, por lo demás, es impecable), no son gratuitas, ya que expresan simbólicamente el estado de ánimo del personaje de Sugar: La primera, “I wanna be loved by you”, refleja el enamoramiento de la muchacha poco después de haber conocido a su (falso) príncipe azul en la playa, mientras que la segunda, “I’m through with love”, nos habla de su tristeza tras haber sido abandonada por su amado (además, tras este tema musical se produce la escena en que, conmovido por la canción y la actitud melancólica de la chica, Joe la besa olvidándose que va disfrazado de Josephine).
‘Con faldas y a lo loco’ es una de esas raras películas que la puedes ver una y mil veces, y absolutamente siempre es un placer hacerlo. Con secuencias antológicas, como todo el largo bloque en el tren, la mítica conversación final entre Daphne/Jerry y Osgood, el largo y delirante diálogo entre Joe y Jerry sobre las conveniencias del matrimonio, o las diversas disparatadas persecuciones. Por otra parte, la temática del film supone una ruptura con el cine clásico creado en EEUU hasta el momento. El tratamiento que Wilder hace de temas como el sexo y sobretodo el travestismo, dista mucho del existente en el Hollywood de la época en consecuencia a la censura aplicada por el Código Hays. El que la película esté protagonizada y gire en torno a dos hombres disfrazados de mujer, que estos se hagan pasar por mujeres y que en algún momento dado Jerry no sepa si es un hombre o una mujer era casi inconcebible en la época.
Esta historia de sinvergüenzas, chicas atolondradas en busca de millonarios y músicos que huyen de metralletas forma parte de la legendaria historia del cine americano, y de la memoria cinéfila de todos y, sobre todo, abre descaradamente, una puerta a la tolerancia y a la normalidad homosexual con la ya legendaria escena final, el consabido “nadie es perfecto”.
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